Se formará huracán en Chapala

• Perdemos Chapala, pero conservamos Chimulco.

CHAPALA.- Parece que va a llover. El cielo se está nublando. Parece que va a llover. ¡Ay mamá me estoy mojando!
A usted le da mucha risa, ¿no? pero a los pobres pescadores de charal del Lago de Chapala no. Y es que meteorólogos y astrólogos han pronosticado que entre agosto y abril de este año, se formará en la laguna un gigantesco huracán categoría "no mames" en escala Ritcher, y que para evitarnos perder el tiempo, ya ha sido bautizado como "Lungarda".
Los huracánes, según encontramos en Wikipedia, son fenómenos naturales que suceden porque Dios está enojado. Hasta ahora, el lago chapaleco se encontraba inmune a este tipo de problemas, en parte por su latitud, en parte porque casi no tiene agua.
Pero los últimos movimientos tectónicos de la Tierra, sumados a los fenómenos del Niño, la Niña y la Señora, han hecho que la Madre naturaleza, caprichosa como toda mujer en etapa de madurez y ocio, decida castigar al vaso lacutre y lacustre con un potente huracán.
La comisión de salvación de lo que queda de Chapala, explicó que el huracán podría afectar las múltiples actividades económicas del lago, entre las que se cuentan la pesca de charal. La venta de charal con chile. La recolección de esqueletos de charal, ummmmm, que más.... ¡Ah! y el narco michoacano de la otra orilla.
De acuerdo a los astrólogos consultados por Fuerza Informativa el Ajo, el huracán Lungarda podría destruir por completo la Isla de los alacranes, Jocotepec, la Arena VFG, la Venta del Astillero y el Tuito, todas estas localidades en el Estado de Jalisco.
"Científicamente, la única posibilidad que tiene Chapala y los puebluchos que la rodean de salvarse, es teletransportar al huracán Lungarda al planeta de Kaio-Sama, como en Dragon Ball", explicó el profesor Héctor Espinoza, cuya propuesta es apoyada por los mangakas de la región, pero tildada como "pendeja" por el resto de los habitantes.
El huracán Lungarda sería la mayor catástrofe natural en la región, desde que en 1988 Enrique Bunbury tapó el baño de un hotel en el malecón de Chapala.