martes, 12 de marzo de 2013

Avión de VivaAerobus viaja a la velocidad de la luz

• Imagen del avión proporcionada por
investigadores de la UP.
CIUDAD DE MÉXICO.- Una buena y una mala. La buena, es que con todo y que estaba usando el motor reconstruido de una Combi con piezas intercambiables de un Dart, un avión de la compañía VivaAerobus logró viajar a la velocidad de la luz, algo que ni la NASA, los Ferrari o Nintendo habían logrado. La mala es que, inmediatamente después de lograr tal hazaña...se desintegró.
Pero como diría el Charles Xavier, vayamos paso a paso.
Todo comenzó en el Aeropuerto de Toluca hace dos días, cuando el avión, con placas M4DR34D1S1M0,  despegó con destino a Tijuana. A bordo viajaban 15 tripulantes, dos capitanes y 840 personas, de las cuales, iban dos sentadas, y el resto, como en camión de pollos, a pie. No digo que parados, porque luego luego agarran el albur (¡conocemos a nuestros lectores!).
Entonces, pues ya, iba el avión viajando. Como se sabe en la industria aeronáutica, siempre hay que llevar el rosario en la mano para que los aviones de VivaAerobus logren despegar de la tierra, y ya en en cielo, no les pase lo que a la cara de Carmen Campuzano, y se les caigan las piezas.
De acuerdo con informes de inteligencia que obtuvimos leyendo en Encarta, el avión llevaba 7 de las 22 horas que dura el traslado aéreo, cuando el capitán del bólido con alitas, Horge Berea, pisó accidentalmente el acelerador.
Fue entonces que la tripulación descubrió con estupor que el avión, en apariencia un armatoste ensamblado en Yugoslavia en 1945 y comprado en un remate de Bodega Aurrera, en realidad era un antiguo transbordador soviético experimental. "¡Ande cabrón!", se escuchó en la cabina.
La nave aceleró de 8 a 300.000 kilómetros de volada. La comunidad científica mexicana, desconcertada, pensó en un principio que se trataba de un meteorito o un ovni, aunque doctores en astrofísica de la Universidad Autónoma de Chapingo concluyeron que se trataba de Superman.
Por un instante, pensamos que las naves nacionales se habían cubierto de gloria. Pero como película escrita por Iñárritu, esto no iba a terminar bien.
Y es que el avión de VivaAerobus empezó a brillar como si se tratara el DeLorean, y tras darle 72 mil veces la vuelta a la Tierra en 5 segundos, se desintegro. Los científicos aun debaten si la aerocosa viajó al pasado, a otra dimensión, o simplemente, valió madre.
Ejecutivos de la aerolínea, que se negaron a dar su nombre, se dijeron "achicopalados por esta desgracia. Por un lado, felices de que nuestros clientes hayan llegado 72 mil veces a Tijuana sin aterrizar, pero llegaron. Por el otro, tristes, porque solo pagaron por un viaje. Tremendos cabrones", agregó Arturo Pero, presidente de la compañía.

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